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jueves, 28 de diciembre de 2017

Electric Wizard : hasta el umbral del infierno


El abismal sonido de Electric Wizard ha regresado desde su cripta maldita para desgarrarnos el alma y terminar de convencernos que ellos son una de las bandas más importantes de este siglo en cuanto doom y stoner áspero se refiere. Con ese ácido sabor que siempre han mantenido, el grupo busca recuperar el tiempo perdido entre batallas legales y un descanso obligatorio para clavarnos de nuevo el cuchillo hasta desangrarnos mientras que los seis temas que conforman su última placa desgarran las bocinas de manera lenta y estridente.

Con un título de obvias referencias hacia los padres del género Black Sabbath, Wizard bloody wizard significó en noviembre de 2017 el regreso de la banda originaria de Dorset, Inglaterra tras una espera de tres años después del denso Time to die (reseña-review). Sin embargo, el último vinilo de Electric Wizard marca una gran diferencia con lo hecho en el anterior, pues de aquel sonido de ultratumba con su imposible ingesta para los oídos sensibles; para esta ocasión tenemos melodías directas que penetran sin contemplación hasta las neuronas para enfermarlas con su purulento veneno.


Aunque esta última afirmación podría representar un grave error para los seguidores de Electric Wizard, se transforma en una ventaja al momento de sumar nuevos adeptos sin traicionar a su estilo fundado en 1993 cuando la banda era un trío. A pesar de la larga duración de los temas, Wizard bloody wizard logra inyectar su corrosivo líquido con la intención de mezclar al espectral y aletargado sonido del Time to die de 2014 con los primeros momentos de la banda cuando su stoner/doom surgía directamente del proto-doom de las bandas setenteras y de lo más ácido del hard rock psicodelico de finales de los sesentas.

Y así como lo habíamos escrito en su momento, la banda que salió a los escenarios para presentar en directo el Time to die serviría de base perfecta para crear su noveno álbum completo de estudio, Jus Oborn logró darle estabilidad a su Electric Wizard. Ahora con la muralla escarpada construidas por las guitarras de él y su pareja Liz Buckingham, las bases sonoras están creadas por el bajo de Clayton Burgess y la batería de Simon Poole. De esta manera, el grupo ha adquirido unidad que logra trasmitirse en la grabación por medio de un bloque inquebrantable e infranqueable que se levanta frente a nosotros al instante de bajar la aguja sobre el disco. 


Wizard bloody wizard tiene muchos elementos para convertirse en todo un clásico de su género. En primer instancia tenemos su hipnótico sonido tosco e incisivo grabado de manera analógica en una máquina Tascam de 16 pistas que te lleva poco a poco hasta el umbral mismo del infierno mientras le cantan a la muerte. Los tétricos teclados de "The reaper" bien nos podrían situar frente algún ritual pagano con sacrificio humano incluido, pero esto sólo puede servir de atmósfera introductoria para todos los horrores encerrados en Wizard bloody wizard. Los guitarrazos diferenciados entre la pareja Jus y Liz nos quedan claramente develados en "Hear the sirens scream", tema que también sirve para reclamar su cetro y demostrar de dónde nace aquel sonido con el que Uncle Acid and the deadbeats ha enamorado a todos.

Los lúgubres pasillos de "Mourning of the magicians" nos regresan al pasado anterior de aletargado paso y densa melodía repetitiva, pero Wizard bloody wizard contiene temas más adictivos sin dejar su vicio por la muerte y sus mórbidas pasiones como en "Necromanía" y su riff sabbathico que asemeja el pisar una sustancia tóxica y pegajosa imposible de arrancar. Por si fuera poco, la banda nos ofrece en "Wicked caresses" una sonora misa negra que mezcla sacrificio, sexo y muerte a través de un escándalo lento que nos sumerge con cada acorde en un frío y obscuro abismo sin final posible.

Sin embargo, Electric Wizard decidió presentar Wizard bloody wizard al mundo con su tema inaugural: "See you in hell". Un tenebroso eco se escapa por las bocinas para abrir paso a un gordo riff descendente de acordes fuertes, distorsionados y aletargados. Aprovechando alguna grieta perdida entre el muro de sonido, Jus Oborn nos habla de su deseo por abandonar este moribundo mundo para entregarse a las tinieblas con la esperanza de entregarse al demonio y ser devorado los fuegos eternos de los infiernos. Poco a poco sube la intensidad de la melodía con la intención de mostrarnos la pasión del grupo por lo demoníaco y lo obscuro, dejando al mismo tiempo una estela de ruido insistente que busca la muerte lo más pronto posible. 

"Tengo frío por dentro y mis sentimientos no pueden sobrevivir, pero tus gritos tortuosos no significan nada para mí. Este mundo moribundo me deja sin aliento, muere en mis manos. Toda esperanza está perdida, no habrá un nuevo amanecer y todos tus sueños morirán. Necesito algo para arreglar este dolor. Nena, por favor clava esa aguja para que al fin esté muerto al igual que tú..."

"Sin embargo, aún me persigue. Sé que nunca seré libre. Lucifer es mi único amigo, así que arderé en el infierno hasta el final. Estoy tan muerto por dentro que deseo poder morir. Tus gritos tortuosos todavía me persiguen en mis sueños. Este mundo está loco y me enferma. Tal vez lo torturaré a patadas, pero miento aquí posesionado por la maldad porque por siempre serviré al demonio..."


Con un video promocional dirigido por Mark Steven al más puro estilo de las presentaciones en televisión de las bandas de hard rock a principios de los años setentas, Electric Wizard presentó como primer single a "See you in hell". Ya con el terreno abonado con lo logrado por la banda en el estudio, ahora es el momento de presentar sobre los escenarios al Wizard bloody wizard, por lo que 2018 será un año con varios conciertos por Estados Unidos y Europa. Mientras algún temerario promotor se anima a traer a México a estos demonios ingleses, disfrutemos esta pequeña y escandalosa joya que ha regresado a Jus Oborn a sus propios orígenes...


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